Cómo gestionar la salud mental de los empleados en la oficinas modernas

El mundo actual puede llegar a ser un lugar muy estresante. Los problemas económicos o la presión de tener que estar siempre disponible debido a los avances tecnológicos suelen provocar ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental que, si no se tratan, pueden tener consecuencias muy graves.

Si tienes empleados a tu cargo, ¿Qué puedes hacer para ayudarles a gestionar sus problemas de salud mental? En este artículo te explicamos los pasos que debes tomar.

Crea una cultura de trabajo abierta

Una de las mejores maneras de ayudar a las personas que sufren problemas de salud mental es recordarles que no están solas y que siempre hay alguien con quien pueden hablar si lo necesitan.

Para conseguirlo, podrías apostar por una cultura de trabajo abierta donde los empleados sientan que pueden hablar sobre cualquier problema si lo consideran oportuno.

A continuación, te presentamos varias ideas que te ayudarán a implantar este tipo de estructura:

1. Envía un mensaje de correo electrónico indicando que la oficina es un lugar abierto en el que las personas pueden expresar sus ansiedades y preocupaciones.
2. Entabla conversación con todo el mundo en las reuniones.
3. Si alguien parece tener algún problema concreto, habla con dicha persona en privado y pregúntale si hay algo que pueda hacerse en el trabajo para mejorar su situación.

Conciencia sobre los problemas de salud mental

Aunque es muy posible que, en un principio, los empleados no quieran hablar sobre sus problemas de salud mental, puedes fomentar el diálogo concienciando sobre este tipo de problemas.

Por ejemplo, puedes destinar una pequeña parte de los beneficios a una organización benéfica especializada en salud mental o bien invitar a un voluntario de una de estas organizaciones para que dé una charla sobre el tema en la oficina.

Si buscas un planteamiento más directo, puedes organizar un taller con un experto en el que se aborden los problemas de salud mental y se expliquen los recursos disponibles para combatirlos.

Ello podría ayudar a los empleados a identificar si están sufriendo algún tipo de problema y pedir apoyo si lo consideran necesario. De forma casi natural, el lugar de trabajo se convertirá en un espacio más abierto, en el que los empleados se pueden sentir cómodos hablando sobre sus preocupaciones.

Incorpora el cuidado personal en la jornada laboral

A menudo, los problemas de salud mental vienen provocados por un elevado nivel de estrés. Y una buena manera de aliviar el estrés de los empleados es fomentando el cuidado personal.

Puedes ofrecer una hora libre a la semana o quincena para que los empleados hagan algo para ellos mismos, como acudir al gimnasio, a meditación, etc. También puedes echar un vistazo a su horario laboral para ver si está sobrecargado de reuniones y plantearte la inclusión de más pausas en la jornada laboral.

Predica con el ejemplo

A veces puede resultar difícil hablar abiertamente sobre los problemas de salud mental, por lo que quizá podrías ayudar compartiendo tu situación personal con los empleados. Sería muy útil que explicaras lo que estás haciendo para lidiar con tus propios problemas, como ir al psicólogo o hacer algún tipo de terapia. Ello los animará a acudir a un profesional si sufren algún problema de esta índole.

Convierte el trabajo en un lugar seguro en materia de salud mental

Intenta que la oficina sea un espacio cómodo en el que los empleados se sientan a gusto. Para conseguirlo, aplica una política de tolerancia cero contra la discriminación ante los problemas de salud mental y genera conciencia constantemente sobre estas enfermedades.

Si algún empleado sufre problemas de adicción, lo ideal sería mantener el lugar de trabajo libre de cualquier cosa que pueda afectarle. De este modo, si una persona sufre alcoholismo, intenta sustituir las sesiones de afterwork por encuentros más sanos, o si algún miembro del equipo tiene problemas de ludopatía, elimina la habitual compra de lotería de Navidad.

Fomenta la conciliación laboral

Está demostrado que un horario flexible puede ayudar a los empleados a lidiar con sus problemas de salud mental, por lo que, si es posible, fomenta la conciliación laboral.

Por ejemplo, si un empleado quiere trabajar hasta las 15:00 horas para poder recoger a los niños del colegio y pasar la tarde con ellos, quizá pueda entrar a trabajar antes o dedicar unas horas en casa por la noche para completar su jornada laboral.

Si el trabajo lo permite, ello les ayudará a reducir el nivel de estrés e incluso podría contribuir a aumentar su productividad.

Trabaja el aspecto social de la oficina

Estrechar los lazos en la oficina puede resultar muy útil para las personas con problemas de salud mental, sobre todo en la era de las videoconferencias y de los espacios de trabajo virtuales.

Intenta que los empleados acudan al menos uno o dos días a la semana a la oficina para fortalecer las relaciones personales.

También es buena idea organizar eventos para fomentar el espíritu de equipo en los que no se hable de trabajo y solo se disfrute de la compañía del resto.

Conclusión

Hablar sobre los problemas de salud mental puede resultar complicado, pero fomentando una cultura abierta y positiva en el trabajo se puede llegar a crear un espacio seguro para que los empleados se suelten. El trabajo se convertirá en un lugar más cómodo y agradable, lo cual podría contribuir a aumentar la productividad y a retener al personal cualificado.