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18 de mayo de 2023Sonreír ¿por qué es tan importante para la salud mental?
Que a alguien no le guste su sonrisa y evite mostrar los dientes trasciende mucho más allá de lo estético, ya que este acto activa alrededor de 55 músculos que tienen efectos directos en nuestro organismo al generar endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.
Sonreír es una de las primeras expresiones que hacemos los humanos cuando somos bebés. Sin embargo, pocas veces se analiza el impacto real que este simple acto puede tener en nuestra salud mental y bienestar cotidiano. Un estudio recientemente publicado en la revista Nature Human Behaviour, constató que las experiencias emocionales están directamente influenciadas por las expresiones faciales.
“Sonreír tiene efectos directos en nuestro organismo, a partir de la generación de endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”. No se trata de negar la tristeza, pero reír es positivo. Ya quedó atrás la idea de que la risa abunda en la boca de los tontos y hoy es sumamente relevante para el bienestar subjetivo”, señaló la directora de psicología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), Viviana Tartakowsky.
Se trata de un fenómeno que ha sido ampliamente estudiado y sobre el cual incluso hay corrientes psicológicas que han tomado mucha fuerza como la risoterapia, ya que el simple movimiento de los músculos faciales que se activan al sonreír nos haría sentir más felices.
Por lo tanto, el hecho de que a alguien no le guste su sonrisa y evite mostrar los dientes trasciende mucho más allá de lo estético y tiene efectos directos sobre la salud mental. Al respecto, el Dr. Christian San Martin, director Clínico y Fundador de Clínica OLA, declaró que “muchos pacientes llegan deprimidos con serios problemas de autoestima porque no se atreven a sonreír. De ahí que un tratamiento de ortodoncia, que corrija no sólo la apariencia sino también la funcionalidad de la mordida es clave para verse y especialmente sentirse mejor”.
Esto explica en parte el auge de la ortodoncia lingual, un método totalmente invisible donde los brackets se fijan en la parte posterior (o lingual) de los dientes, pasando totalmente desapercibidos mientras actúan.
“Esto es una gran ventaja, ya que, si los aparatos se ven, las personas siguen intentando sonreír lo menos posible y los tratamientos requieren tiempo para dar verdaderos resultados”, puntualizó San Martín. A su vez, aseguró que gracias a las nuevas tecnologías y las técnicas que se han importado, estos tratamientos pueden tener un costo tan accesible como la ortodoncia tradicional.
En cuanto a los efectos sociales, “tanto la sonrisa como las conductas amables; saludar, agradecer, dar el asiento, despedirse con un buen gesto; se contagian. Si veo a alguien sonreír, es probable que espontáneamente lo haga después”, concluyó la académica de la UBO.