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25 de agosto de 2022Se concreta en Chile el primer grupo de copropiedades las cuales pueden tener hasta ocho dueños
Una vivienda de 20 mil UF terminaría costando 2.500 UF para el accionista y a través de la plataforma Legria se puede hacer seguimiento a los gastos de mantención y la reserva de sus estadías.
Adquirir una segunda vivienda es un privilegio que no todos podemos alcanzar, pero existe una opción para ser copropietarios de una casa, ya sea para arrendarla o vacacionar, compartiendo los gastos de mantención y coordinándose para la reserva de sus estadías.
Se trata de un innovador modelo que facilita la adquisición de una “copropiedad de administración digital” de hogares, pensado para segundas viviendas que cuesten la octava parte del valor real y sin necesidad de trámites en Bienes Raíces.
Este concepto de “economía colaborativa” llega a Chile de forma inédita de la mano de la proptech Legria, con las primeras casas que estarán en Zapallar, Cachagua y Marbella. El primer stock es de 48 acciones para hogares compartidos, cifra que la startup buscará aumentar a medida que expande su modelo en todo Chile.
“El modelo de nuestra startup se basa en que las personas puedan acceder a una de las ‘casas Legria’ que estarán en nuestra plataforma, pero en vez de una compra tradicional, esas viviendas se fraccionarán en hasta ocho propietarios. Es decir, pagando la octava parte, ya podrás considerarte dueño del hogar compartido”, explicó Ignacio del Río, CEO de Legria.
El modelo, según aclaran desde la startup, está enfocado en quienes buscan una segunda propiedad en destinos vacacionales, pero reconocen que su uso será esporádico.
“Usar tu segunda vivienda unas cuantas semanas por año es ineficiente y costoso. Lo que buscamos en Legria es democratizar la segunda casa optimizando su uso, y también acercar a más gente las posibilidades de plusvalía por ser propietario. Porque tal como hacemos sencilla la compra, también puedes vender cuando quieras y en tus propios términos”, agregó el CEO de la proptech.
Por su parte Pedro Pablo Mir, Co-Founder de Legria detalló que “al optimizar el uso de una segunda vivienda con tecnología, el ahorro económico es considerable. Hablamos de que una vivienda de 20 mil UF termina costando en realidad 2.500 UF para el accionista. Y también es responsable con el medio ambiente, por las características propias de las casas, primero, y porque un modelo colaborativo reduce la cantidad de las mismas que se construyen”.
Si bien el concepto de copropiedad existe hace décadas, los fundadores de Legria afirman que la implementación de tecnología es crucial para evitar posibles conflictos derivados.
“Nosotros no nos limitamos a comprar, decorar, equipar y fraccionar una casa, sino que además nos encargamos de toda la administración y funcionamiento de la co-propiedad. Desde una app, cada accionista podrá estar al tanto de todo lo que ocurre en ella: el gasto que corresponde a cada uno, los arreglos que se hacen, cambio en el amoblado, etc. En la misma app los co-propietarios podrán agendar el tiempo que quieren usar su casa en base a un sistema inteligente que es flexible y equitativo. Incluso, en caso de incumplimientos de algún propietario que no sean remediados, nosotros tenemos medios para sacarlo y así proteger a los propietarios cumplidores. Todo esto le permitirá a los clientes tener la tranquilidad de que la co-propiedad será armoniosa”, señaló Del Río.
Otra de las ventajas es que el comprador de la vivienda jamás tendrá que pasar por el conservador de bienes raíces o hacer trámites engorrosos, porque en realidad pasa a ser parte de una SpA (sociedad por acciones). “Combinar un modelo flexible, junto con tecnología, son nuestros pilares para facilitar el acceso a la segunda vivienda de manera innovadora”, concluyó Mir.