
La izquierda chilena: Una familia en problemas
La baja participación en las primarias es, en ese sentido, doblemente preocupante: indica que la izquierda se está hablando solo a sí misma, y que su composición es menos diversa, menos colorida, menos cercana de lo que se debería esperar de quienes han ganado casi todas las elecciones (menos dos) desde hace al menos cincuenta años.