
Gobernar, y punto
En estos tiempos de manipulación, sólo hay que decir que el secreto de mantener las democracias frente a los autoritarismos y populismos disfrazados de demócratas es, simplemente, gobernar bien. Así de fácil y así de difícil.
En estos tiempos de manipulación, sólo hay que decir que el secreto de mantener las democracias frente a los autoritarismos y populismos disfrazados de demócratas es, simplemente, gobernar bien. Así de fácil y así de difícil.
La idea de plantear orgullosamente “soy de derecha” o “soy de izquierda”, hacen del pensamiento político un triste juego de rivalidades sin contenido. No votar a una comunista, no votar a un fascista.
¿Existirá la capacidad política y la grandeza necesaria para salir de la negociación chiquita y proponerse como una alternativa con proyección, más allá de una elección puntual?
Evelyn está viviendo su propio encierro, y en ese punto su equipo de múltiples asesores y generalísimos parecen absolutamente perdidos en definirle un rumbo a su relato, tal vez porque no son generalísimos sino simple soldados a la vista de la candidata.
Esta elección cuyos participantes representan un segundo nivel, y dónde las propuestas superadoras quedan sepultadas ante la confrontación de barrio, plantea un escenario de lo que puede venir, nada diferente a lo que hemos vivido en los últimos años
La clave para la derecha sigue siendo la manera en que se puede transformar el relato de Evelyn, que debiese tomar un curso positivo y no demostrar simplemente capacidades de gestión propias de un alcalde, sino plantear calidad política que la haga percibir como cercana a temas simples que exigen soluciones complejas, pero sin generarle dificultades a la gente común que no quiere saber de complejidades.
Todavía Evelyn no ganó y con su falta de relato parece comenzar a mirar la carrera desde atrás. Parece que su equipo se sostiene en acuerdos “políticamente corporativos”, con tecnicismos que resolvería la Inteligencia Artificial, pero que no motivan ni movilizan emociones. Más que técnicos y politólogos, Evelyn necesita un coach comunicacional.
Milei se quedó sin competidor con quien medirse. Cristina era el enemigo diabólico para vencer con el objetivo de sostener e incrementar la dominancia libertaria, pero ya no habrá un duelo, un clásico nuevo en la política argentina, mucho más picante que aquel que intentó promover la dicotomía Macri-Cristina.
Esos tibios que tienen el coraje para enfrentar a los totalitarios disfrazados que buscan un solo camino, cuando sabemos que la respuesta a los problemas es el pragmatismo que surge de la integración inteligente de ideas.
Nada fácil en estos tiempos en los que volver a admirar el pensar y el reflexionar parece quedar en segundo plano frente a la inmediatez, dónde la experiencia se supone algo viejo en lugar que esas desprevenidas bananas verdes se den cuenta que sirve para tener nuevas experiencias que conducen a la evolución y a la novedad.