
El fútbol de antes: La rifa más linda del mundo
En esos años tener una pelota de verdad te daba un estatus especial en el barrio y en el curso porque casi nadie tenía. De hecho el orgulloso propietario aseguraba la titularidad en cualquier equipo, fuera bueno o pésimo, ya que por su valor no eran fácilmente reemplazables… como son ahora.